El hecho de que muchos fumadores tengan unos pulmones inusualmente sanos
es la consecuencia de un conjunto específico de mutaciones de ADN, que
obliga a estos órganos a reaccionar de manera más rápida a los daños y
repararse a sí mismos, circunstancia que oculta los efectos negativos
del consumo de tabaco.
Las mutaciones singulares del ADN de algunos fumadores permiten que
sus organismos controlen el funcionamiento de las células pulmonares que
mejoran el funcionamiento de su sistema respiratorio. De este modo,
evitan los efectos negativos del consumo de tabaco, revela un estudio
publicado en la revista 'Lancet Respiratory Medicine'.
Para obtener estas conclusiones, un grupo de médicos británicos de la Universidad de Nottingham, encabezado por el doctor Ian Hall,
llevó a cabo un estudio a gran escala en el que examinaron a más de
50.000 fumadores pasivos y activos que sufren la enfermedad pulmonar
obstructiva crónica (EPOC).
Según los expertos de la OMS, en 2020 la EPOC se convertirá en la
tercera causa con más incidencia de muerte en el mundo. Esta enfermedad
progresiva causa tos con producción de grandes cantidades de mucosidad,
sibilancias, falta de aliento y presión en el pecho, entre otros
síntomas. Su causa principal es el hábito de fumar, además de otros
agentes que irritan los pulmones, como el aire contaminado, los vapores
químicos o el polvo.
El equipo de Ian Hall estableció que las mutaciones en genes de
fumadores con pulmones aparentemente sanos no les hace 'invencibles',
pero sus propietarios son más resistentes a
las enfermedades pulmonares. Los médicos de la Universidad de
Nottingham esperan que su descubrimiento permita crear fármacos de nueva
generación que protejan de la EPOC a las próximas generaciones.
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