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lunes, 12 de octubre de 2015

¿QUIÉN ES MARÍA DOMINGA? historias de terror en Piura



Piura la ciudad del eterno calor y de hermosos campos con algarrobos tiene muchas leyendas urbanas que contar, algunas de terror y otras de aventura.
En esta PiuraNota te vamos a contar una historia algo misteriosa y de actividad paranormal.

Según refieren varios medios de comunicación y relatos de los pobladores María Dominga fue una chica que sufrio mucho, de su origen se ha dicho mucho incluso hay diferencias entre cada relato, pero lo que si es cierto es que dicha mujer se aparece para asustar a los pobladores.
Al parecer no hay una historia oficial de María Dominga, pero aquí en PiuraNotas te vamos a contar una combinación de ellas.

Como varios pobladores sechuranos refieren, el personaje de María Dominga es una mujer que suele aparecerse de la nada a los pobladores, en algunos casos para brindarles beneficios económicos o proponerles matrimonio; pero aseguran que quien rechaza esta última propuesta suele tener resultados poco alentadores, según cuenta el señor Juan Tume, un poblador del distrito de Bernal, quien conocía esta historia y que dió una entrevista a RPP noticias.

Don Juan Tume cuenta el origen de María Dominga y refiere que fue una niña extraviada en Catacaos, pero investigando un poco más se dice que María Dominga de niña sufrió mucho maltrato por parte de sus padres, que hasta por gusto la reñian, incluso a veces la dejaban sin comer. Cualquier error que ella cometiera en las labores cotidianas era motivo para maltratarla psicológicamente y quizá hasta la golpeaban fuertemente.
Otro punto que dista un poco, aunque no mucho, de las demás historias es que se dice que ella vivía en Chato Chico un caserio del distrito de La Arena, pues quizá en la antiguedad Catacaos y La Arena eran referencias parecidas o tenian el mismo nombre.
En cuanto a los nombres completos de María Dominga se dice que apellidaba Castro Castro, algo que no menciona en la entrevista el señor Juan Tume.
El caso es que la niñez de María Dominga fue todo un martirio. Desde tempranas horas la enviaban a pastar su ganado y regresaba casi al anochecer, a veces almorzaba guayabas, algarrobas y frutos en el campo.
Don Juan Tume cuenta que ella se perdió de niña en el campo, pero no refiere la edad y en otra historia si precisan la edad y se dice que llegó a ser una hermosa señorita la cual odiaba a los hombres.

Don Juan, hace unos años, nos detallaba que la conocida María Dominga era una niña que se perdió en la zona de Catacaos cuando iba a pastorear chivos y después de un tiempo empezó a aparecerse en la zona de Sechura. Nos contó que esta mujer se acercó al fallecido poblador Jesús Pingo a quien le propuso matrimonio, pero él la rechazó por estar casado y tener casi 70 años.
Según nos cuenta, Jesús Pingo la reconoció cuando se acercaba pues a su paso sonaba como si arrastraran metales y dicen que era porque llevaba un vestido de oro y plata.
De acuerdo al relato narrado, la parcela donde cosechaba camotes este morador, que se llamaba El Overo y estaba ubicada en el desierto de Sechura, fue arrasado por las aguas del río; sin embargo, antes de este encuentro, el hombre de campo era exitoso en la producción de este tubérculo, situación que no volvió a suceder tras el pedido de matrimonio de dicha mujer.
Existen algunos pescadores que creen en María Dominga, pues los ayuda a tener una buena pesca; sin embargo, hay otras personas como la moradora Alejandrina Bancayán Sánchez, quien se la topó y por miedo no salió de su casa en más de 5 años, refieren los pobladores.

En si hay varias hostorias acerca de María Dominga y en todas las historias se aparece una mujer para causar miedo o exito en algunas personas.
Siguiendo con la historia de María Dominga sigamos leyendo más acerca de sus historias.

Chato Chico es un caserío que pertenece al distrito de La Arena, formado en el año 1910, de gente ganadera y campesina. Aquí vivía una familia que tenía una hija llamada María Dominga Castro Castro, a quien aborrecían, riñéndola a cada momento, lo que era un martirio para la chica. Desde tempranas horas la enviaban a pastar su ganado y regresaba casi al anochecer, a veces almorzaba guayabas, algarrobas y frutos en el campo.

Entre maltratos María llegó a los 25 años, llegando a desarrollarse una mujer hermosa, de esbelta figura, pero ella sólo tenía en su mente la idea de huir, morir o desaparecer.

A pesar de todo, continuaba fiel a sus padres ya ancianos. En tanto, más de un hombre le insinuaba su amor, pero ella los seguía a palazos o pedradas, por ése tiempo su papá vivía en Santa María (caserío de La Arena), donde tenía otra mujer, y por eso su hija lo odiaba.

Como de costumbre, la “China María” salió con su ganado, pero esta vez los llevó a un lugar diferente a los que frecuentaba, subió una inmensa loma de arena, buscó un algarrobo, se sentó bajo el a mirar a sus animales que comían el rico pasto verde. De repente ante sus ojos apareció una extraña mujer de ojos azules, cabellos largos y ondulados que le preguntó: ¿Qué haces linda pastora? María temerosa contestó: mirando pastar mi ganado. La señora dijo: Estas son mis tierras, pero si me haces un gran favor...no te preocupes ¿Qué es lo que quieres?, le dijo, -Quiero uno de tus chivos, le contestó, yo a cambio te daré un cerdo.

La pastora se agachó a pensar, que si hacía el cambio, le pegarían en su casa, o hasta no comería; finalmente aceptó el trato a fin de que la dejara pastar siempre en el hermoso lugar que había encontrado.

La señora la miró fijamente señalando una loma blanca de arena y dijo: allí me vas a dejar uno de tus mejores chivos, mañana allí mismo recogerás un cerdo bien gordo. Así lo hizo María, regresando a su casa a las seis de la tarde.
Al parecer María Dominga narró todo a sus padres los cuales no le creyeron nada.
Cuando se dieron cuenta que les faltaba un chivo, le pegaron y la dejaron fuera de casa sin comer. Esa noche durmió en la calle, un borracho, Pedro Pablo, conocido como mujeriego por malograr hogares, jañapero y cañacero, muy malo quiso abusar de ella, pero le dio de palazos hasta hacerlo huir, eso sirvió para que odie este tipo de personas.

Sin que sus padres se dieran cuenta, María salió temprano con su ganado al lugar pactado el día anterior, subió la inmensa loma, llegó al lugar donde dejó el chivo, pero en vez de cerdo encontró una linda laguna cristalina, donde saltaban grandes peces, había también árboles, frutales bien cargados...

Sorprendida guio a sus animales para que tomen agua, pero a medida que llegaban, se metían a la laguna y no salían más. María se asustó vio una balsa y se subió en ella, y con un palo tentaba en el agua sus animales ahogados, pero no tocaba nada. Al llegar al centro de la laguna la rama que usaba se atracó por más que jalaba con fuerza no salía. Entonces decide lanzarse al agua, pero a medida que se hundía la laguna se transformaba en la inmensa loma de arena que fue anteriormente.

Solamente quedaron las huellas de los pies descalzos de María y de las patas de su ganado, rastros que el viento borró luego. Algunos campesinos que por allí trabajaban dieron razón que por ese lugar vieron a la “Dominga” por última vez cerca de la “loma grande” o “Médano Blanco”. Sus padres ese día no durmieron esperando a su china. Su mamá lloró desconsoladamente.

Muy de madrugada fueron al lugar donde dijeron haberla visto anteriormente; al llegar a la “Loma Blanca“, su padre divisó a la María Dominga de espaldas, la llamaba con insultos, amenazándola, la madre que más abría los ojos no lograba verla. El viejo cogió una rama de overo para pegarle, pero solo azotaba al aire. Con el tiempo el padre se volvió loco y la madre murió de pena, porque recién valoraba a su hija perdida. Finalmente los pobladores llegaron a deducir que fue un encanto lo que hizo desaparecer a María Dominga. 

Entonces vemos que el relato del señor Juan Tume dista un poco de este último relato, aunque no mucho en realidad, porque en ambos casos se habla de la aparición de una mujer.

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