Según el psiquiatra Guillermo Ladd, la depresión, la ansiedad, la esquizofrenia y el alcoholismo lideran este ranking.
Todas estas enfermedades tienen tratamientos pero algunas producen
daños irreversibles, entre ellas la esquizofrenia, señala el psiquiatra.
El alcoholismo puede curarse pero supone un tratamiento muy riguroso y
un periodo de abstinencia mínimo de cinco años.
“Hay varias formas de alcoholismo, desde aquel que toma todos los
fines de semana pero puede seguir trabajando, hasta aquel que es
dependiente, que consume con mucha frecuencia y tiene apetito por
consumir y cuando deja de hacerlo siente ansiedad”, dijo.
Si bien estas enfermedades son genéticas, porque las personas nacen
con predisposición a ellas, pero no todos las desarrollan, tiene que
haber un estresor ambiental serio que desencadene la enfermedad y entre
estas está la pérdida: de la pareja, de un ser querido, del trabajo, del
estatus, entre otros. El alcoholismo se asocia a la depresión.
“Los estados de ansiedad son varios, desde ataques de pánico, estrés
postraumático, el trastorno obsesivo compulsivo, hasta la ansiedad
generalizada. Son frecuentes pero son ocultas porque muchos pacientes no
manifiestan su sintomatología sino hasta varios años después. La
esquizofrenia hace que el individuo esté fuera de la realidad y comienza
a creer cosas que no son ciertas”, manifestó.
El psiquiatra recomendó estar siempre atentos a que la enfermedad
mental puede aparecer en cualquier momento, a cualquier edad y en
cualquier persona, y aparecen después de la segunda década.
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