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jueves, 5 de mayo de 2016

Barco británico abre fuego de advertencia a un barco español que "molestaba" a un submarino de EE.UU


El barco patrulla español se intentó cruzar en dos ocasiones en la trayectoria del submarino estadounidense, que estaba tratando de atracar en la costa de Gibraltar.

Un barco Sabre de la Armada del Reino Unido ha lanzado disparos de advertencia a un buque español de la Guardia Civil que afirman que "molestaba" en las labores del submarino nuclear estadounidense USS Florida, de 18.000 toneladas, en el territorio de ultramar británico de Gibraltar, informa el diario 'Mirror'.
El incidente tuvo lugar en el mes de abril, pero no se ha hecho público hasta este jueves. Se reporta que el barco patrulla español se intentó cruzar en dos ocasiones en la trayectoria del submarino estadounidense, que estaba tratando de atracar en la costa de Gibraltar.
"Estamos acostumbrados a las políticas arriesgadas pero esto va en contra de cualquier libro de normas sobre seguridad marítima. Se trata de un submarino de propulsión nuclear y tratar de alterar su trayectoria es muy peligroso", ha declarado al diario una fuente en la Marina británica. La oficina del gobernador de Gibraltar ha confirmado una incursión "en las proximidades de un submarino entrante".
Aunque Reino Unido considera a Gibraltar un territorio de ultramar en virtud del Tratado de Utrecht de 1713, España nunca ha renunciado a su soberanía.

Gibraltar  es un territorio británico de ultramar situado en una pequeña península del extremo sur de la península ibérica, haciendo frontera únicamente con España, país que reclama su soberanía. Para laOrganización de las Naciones Unidas, Gibraltar es una colonia, conformando uno de los territorios no autónomos bajo supervisión de su Comité Especial de Descolonización, al igual que otros dieciséis casos más.5
Atendiendo al artículo x del Tratado de Utrecht, «la ciudad y castillos de Gibraltar, juntamente con su puerto, defensas y fortalezas» en 1713 serían una propiedad a perpetuidad de la Corona británica en territorio de jurisdicción española, debiendo retornar a España si el Reino Unido renunciase o enajenase de alguna manera dicha propiedad. El istmo entre el peñón y las otras fortificaciones españolas, desde el punto de vista español y del Tratado, se trata de territorio ocupado.

Ocupación y cesión al Reino Unido

En el contexto de la Guerra de Sucesión Española, una flota del bando en favor del pretendiente archiduque Carlos, formada por navíos ingleses y holandeses, atacó en el verano de 1704 varias localidades de la costa sur española hasta llegar a la bahía de Algeciras el 4 de agosto de 1704, donde tomaron posiciones para el ataque a Gibraltar. Las fuerzas borbónicas defensoras contaban con 80 soldados y 120 cañones, de los que un tercio estaban inservibles, junto con 300 milicianos con escasa o nula instrucción militar, lo que revelará ser insuficiente para hacer frente a la fuerza asaltante que totalizaba 12 000 hombres y 1500 cañones, y el apoyo de infantes de marina. Entre ellos se encuentra un batallón de 350 soldados catalanes que protagonizarían el asalto terrestre, desembarcando en la playa de La Caleta, que pasó a ser conocida desde entonces como Catalan Bay. Tras cinco horas de bombardeos, los defensores accedieron a negociar su capitulación haciendo entrega de la plaza al príncipe de Hesse-Darmstadt.
La ocupación de Gibraltar supuso el desplazamiento de la mayor parte de su población. El 5 de agosto, el cabildo de Gibraltar presidido por Cayo Prieto Laso de la Vega junto con el gobernador militar de Gibraltar, el general de artillería Diego de Salinas, deciden abandonar Gibraltar al no desear prestar juramento de fidelidad al archiduque. Se vota por aclamación popular (en voz alta) pero se deja voluntad al vecindario para marcharse o quedarse. Al día siguiente, 6 de agosto, se inicia el éxodo, con los atributos identificativos de la ciudad: pendones, archivos, sellos, documentos, imágenes religiosas, libros de registros parroquiales con actas de nacimientos, defunciones y bodas, etc., encabezando la marcha el regidor Bartolomé Ruiz Varela hacia la ermita de San Roque, origen del actual San Roque y en Algeciras, despoblada y en ruinas hasta entonces. A finales de ese mismo año de 1704 tropas hispanofrancesas ponen sitio a la ciudad pretendiendo sin éxito tomarla por las armas. La posesión británica sería reconocida en el Tratado de Utrecht en 1713, que puso fin a la guerra. Por este tratado, España cedía a perpetuidad el peñón a Gran Bretaña sin jurisdicción alguna, estableciéndose, no obstante, una cláusula por la cual si el territorio dejaba de ser británico, España tendría la opción de recuperarlo.
El posterior Tratado de Utrecht puso fin a las hostilidades, y el reconocimiento del pretendiente Felipe como rey de España por parte de Inglaterra a cambio de la cesión de los territorios de Gibraltar y Menorca.12
España hizo varios intentos para recuperar Gibraltar durante el siglo XVIII: el primero, ya nombrado unos meses después de la toma de la ciudad y un segundo asedio unos años después del Tratado de Utrecht, en 1727. El más duradero y persistente tuvo lugar entre 1779 y 1783, conocido como El Gran Asedio, pero fue igualmente infructuoso. Al margen de la guarnición británica, en el territorio se fue estableciendo población de origen diverso (fundamentalmente genovesa, pero también maltesa, portuguesa, judía y norteafricana) y finalmente recibió en 1830 el estatus de colonia británica. Durante el siglo XVIII, tras una terrible epidemia, la Corona Española acordó la cesión de una zona humanitaria en el istmo entre el peñón y las fortificaciones españolas, cuya mitad más próxima a Gibraltar fue ocupada posteriormente por los británicos ilegalmente. La apertura del canal de Suez (1869) subrayó la importancia estratégica de Gibraltar.

Siglo XX

A principios del siglo XX, las autoridades británicas levantaron la barrera fronteriza (1909), luego popularizada en España como «la verja», en el terreno del istmo. Durante la Segunda Guerra Mundial también se construyó un aeropuerto en dicho terreno, que España no reconoce como británico. La llegada de la guerra mundial significó un aumento aún mayor de la importancia estratégica de Gibraltar como escala y punto de aprovisionamiento, mientras que la totalidad de la población civil era evacuada hacia Londres, Irlanda del Norte, Casablanca, Madeira y Jamaica.

Tras el fin de la guerra, la actitud de las autoridades franquistas se fue endureciendo. A principios de la década de 1960, el gobierno español planteó la situación de Gibraltar ante el comité de descolonización de las Naciones Unidas, siendo adoptadas por la Asamblea General las resoluciones 2231, de 1966, y 2353, de 1967, por las que se instaba al inicio de conversaciones entre España y el Reino Unido para poner fin a la situación «colonial» de Gibraltar, salvaguardando los intereses del pueblo gibraltareño. En respuesta a estas resoluciones, las autoridades de Gibraltar apelaron al derecho a la autodeterminación y el Reino Unido organizó un referéndum en 1967 para los gibraltareños, en el que el 99,64% de los votantes expresó su voluntad de permanecer bajo soberanía británica. En 1969, la constitución otorgada por el gobierno británico estableció el cambio en el estatus de la colonia, transformada en un territorio británico de ultramar (British Overseas Territory). El nuevo marco estableció también la transferencia de los asuntos internos al ejecutivo local, elegido por los propios gibraltareños, mientras que se reservaban exclusivamente al representante del gobierno de la Corona los asuntos exteriores y de defensa.

La concesión de mayor autogobierno fue interpretada por las autoridades españolas como una contravención del Tratado de Utrecht y una maniobra en la dirección equivocada.[cita requerida] En 1969 el gobierno español suprimió las comunicaciones terrestres entre España y Gibraltar. Los accesos permanecieron cerrados hasta siete años después de la muerte de Franco, en 1982, tras la llegada al poder del socialista Felipe González, cuando sólo se abrieron al tráfico peatonal. El cierre fue traumático tanto para la economía del Campo de Gibraltar (ya que varios miles de españoles trabajaban en la colonia) como para la de Gibraltar en sí, que sufrió una crisis económica, que hubo de ser contrarrestada mediante la inyección económica de más fondos por parte del Reino Unido.

En el marco de las negociaciones de adhesión a la Comunidad Económica Europea, España y el Reino Unido establecieron el inicio del proceso de Bruselas (1985), por el que ésta se comprometía a comenzar un diálogo con España acerca de Gibraltar, que incluía asimismo el asunto de su soberanía. También se normalizaron completamente las comunicaciones terrestres. Desde entonces, España, con mayor o menor intensidad, ha seguido reclamando la retrocesión de Gibraltar.

File:Gibraltar-nasa-pd.jpg
Imagen digital de la NASA donde puede apreciarse Gibraltar (en el cuadro) frente a Ceuta.

Siglo XXI

En 2001 España y el Reino Unido anunciaron un acuerdo preliminar que incluía una propuesta de cosoberanía. Sin embargo, este acuerdo no llegó a ser firmado, especialmente al ser ampliamente rechazado por los gibraltareños en un nuevo referéndum convocado por las autoridades gibraltareñas en 2002.

A pesar de ello, más tarde quedó constituido el Foro Tripartito de Diálogo sobre Gibraltar, formado por los gobiernos de España, Reino Unido y el de Gibraltar, de cuyos trabajos resultó el anuncio el 25 de julio de 2006 de un acuerdo sobre el uso conjunto del aeropuerto, pensiones, telecomunicaciones y tránsito del puesto fronterizo.

En el marco del desarrollo de esta vía de diálogo, el 21 de julio de 2009 se produjo la primera visita oficial a Gibraltar de un miembro del Gobierno español, la del ministro de Asuntos Exteriores Miguel Ángel Moratinos, hecho destacado como histórico por la prensa británica y española.13 La declaración conjunta del Foro señalaba la creación de «una atmósfera constructiva de confianza mutua y cooperación para el beneficio y prosperidad de Gibraltar y de toda la región», características que «deberían convertirse en la norma».14

Sin embargo, esta mejora de relaciones no se ha traducido en ausencia de incidentes. En 2009, 2010, 2011 y 2012 se producen encontronazos entre buques de la Marina Real Británica y patrulleras de la Guardia Civil en la zona marítima disputada (las aguas situadas a menos de tres millas de la costa gibraltareña, sobre las cuales España y el Tratado de Utrecht no reconocen en ningún sentido la soberanía británica).15 16

En agosto de 2013, durante el conflicto diplomático entre España y Reino Unido por Gibraltar de ese año, en una entrevista concedida al diario español ABC, el ministro de Asuntos Exteriores de España, José Manuel García-Margallo, aseguró que «con Gibraltar se ha acabado el recreo», en referencia a Miguel Ángel Moratinos, promotor del Foro Tripartito de Diálogo en el año 2004.17 Concretamente Margallo anunció que el gobierno español estaba estudiando medidas como la implantación de una tasa de congestión por entrar y salir a la ciudad de Gibraltar, restricciones en el espacio aéreo y una exhaustiva inspección fiscal de aquellos habitantes gibraltareños con propiedades en España y residencia fiscal en el Peñón. Estas declaraciones se hicieron al mismo tiempo que España denunciaba haberse arrojado 70 bloques de hormigón para formar un arrecife artificial, según el gobierno gibraltareño18 impidiendo la pesca, en aguas en disputa en caladeros españoles por parte de Gibraltar y de, por otra parte, las quejas del gobierno gibraltareño ante las colas de horas de duración que provocan los controles fronterizos en «la verja».

Gobierno y política

Desde la adopción de las cartas constitucionales de 1969 y 2006, este último ha desarrollado un nivel de autogobierno. Como Territorio Británico de Ultramar, Gibraltar tiene un gobernador, designado por el monarca del Reino Unido, que trabaja como representante del Gobierno de Su Majestad. El gobernador es responsable de la seguridad en el territorio y de la representación entre el territorio y el Gobierno Británico; también disuelve la legislatura y actúa para hacer cumplir las leyes.

El Gobierno de Gibraltar es elegido para un mandato de cuatro años. El Parlamento unicameral actualmente se compone de diecisiete miembros elegidos. El jefe de la cámara es nombrado por una resolución del Parlamento. El jefe de Gobierno es el Ministro Principal, Fabian Picardo. Hay actualmente tres partidos políticos representados en el Parlamento: los socialdemócratas, conservadores (Gibraltar Social Democrats, GSD), laboristas (Gibraltar Socialist Labour Party, GSLP) y el Partido Liberal de Gibraltar (GLP).

Todas las partes se oponen a la transferencia de la soberanía a España, cuyos gobiernos han solicitado tradicionalmente la devolución del territorio. Por su parte, la posición mantenida por el gobierno británico, de no optar por ningún cambio sin el consentimiento del pueblo de Gibraltar, fue flexibilizada tras las negociaciones de 2002, al aceptar el principio de soberanía conjunta con España. Sin embargo, los partidos políticos locales, con el apoyo de la oposición británica, se opusieron a este acuerdo, reclamando en su lugar la autodeterminación del peñón e instando al Gobierno a realizar una consulta similar a la formulada en 1967. El referéndum de 2002, formulado mediante la pregunta ¿Aprueba el principio de que el Reino Unido y España compartan la soberanía de Gibraltar?, a la cual sólo se podía responder afirmativa o negativamente, fue seguido por cerca del 88 % del censo, y resultó en un apoyo de la opción de rechazo por el 99 % de los participantes, mientras que únicamente 187 ciudadanos apoyaron la propuesta.

Estatus de Gibraltar en la Unión Europea

Gibraltar forma parte de la Unión Europea (UE) aunque con un estatus especial. Al ser un territorio británico de ultramar, el Reino Unido se encarga de las relaciones exteriores y de los asuntos de negocios. Según el tratado de adhesión del Reino Unido a la Comunidad Económica Europea (CEE) en 1973, Gibraltar entraba en la CEE como un «territorio europeo de cuyas relaciones exteriores el gobierno del Reino Unido es responsable». Gibraltar es el único territorio europeo que goza de este estatus en la Unión Europea.
Según lo negociado por el Reino Unido a petición del gobierno de Gibraltar, algunas leyes de la UE no se extienden a Gibraltar. Según varias disposiciones del tratado de adhesión del Reino Unido a las comunidades europeas, Gibraltar:
  • Está fuera de la unión aduanera de la UE.
  • Está excluido de la Política Agraria Común (PAC).
  • Está excluido de la armonización del IVA.
  • No destina ninguna parte de los ingresos de aduanas a la UE.
Una declaración común realizada por España y el Reino Unido se anexó a la Constitución Europea (Tratado por el que se establece una Constitución para Europa, cuya ratificación no llegó a completarse). La declaración se mantuvo en el Tratado de Lisboa de 2007. Dice lo siguiente:
El tratado que establece la constitución se aplica a Gibraltar como territorio europeo cuyas relaciones exteriores son responsabilidad de un Estado miembro. Esto no implicará cambios en las posiciones respectivas de los Estados miembros referidos.
Gibraltar, al igual que el Reino Unido, no forma parte del espacio de Schengen, por lo que los controles entre Gibraltar y España no han sido eliminados y cualquier persona que quiera entrar o salir en Gibraltar debe pasar los correspondientes controles fronterizos.
En relación al comercio de bienes, Gibraltar es considerada, de hecho, como país externo por la UE. El euro no es moneda de curso legal, pero se acepta informalmente en la mayoría de los comercios. Los nacionales británicos asentados allí fueron clasificados como ciudadanos de los territorios británicos de ultramar relacionados con Gibraltar. Como tal, son ciudadanos plenos de la UE, según una declaración del Reino Unido en 1982. A los ciudadanos de los territorios británicos de ultramar relacionados con Gibraltar se les permitió, a partir de 1983, registrarse como ciudadanos británicos de acuerdo con la sección 5 de la British Nationality Act (Ley de Nacionalidad Británica) de 1981. El 21 de mayo de 2002, la ciudadanía británica les fue concedida a todos los gibraltareños que ya la poseían.

El censo electoral compilado para las elecciones europeas de 2004 mostró que, salvo unos pocos, la mayoría de los gibraltareños había ejercitado su derecho a la ciudadanía británica.

Gibraltar fue excluido de las elecciones al Parlamento Europeo por una disposición especial del Tratado que organizaba estas elecciones por sufragio directo, pero esta disposición fue recurrida con éxito ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Como consecuencia de esta decisión, los gibraltareños votaron por primera vez en las elecciones al Parlamento Europeo de 2004, formando parte de la región suroeste de Inglaterra. Participó el 58 % del electorado de Gibraltar, comparado con el 31 % de la región en su totalidad, con el Partido Conservador asegurándose un triunfo arrollador.

Defensa

La defensa nacional del territorio es responsabilidad del Reino Unido. La guarnición la proporciona el Regimiento Real de Gibraltar (Royal Gibraltar Regiment), originalmente una fuerza de reservistas a tiempo parcial que pasó a ser parte del ejército británico en 1990. El regimiento incluye soldados a tiempo completo y parcial reclutados en Gibraltar, así como soldados profesionales británicos trasladados desde otros regimientos.

El peñón es un puesto de escucha de las telecomunicaciones a través del norte de África, y debido a su localización todavía sigue siendo una base clave de la OTAN. Naves británicas y estadounidenses visitan con frecuencia su puerto, lo que incluye también submarinos de propulsión nuclear, lo que suele traducirse en grave inquietud en todo el Campo de Gibraltar.

Geografía

Gibraltar es una estrecha península situada en la costa mediterránea meridional de la península Ibérica, entre la bahía de Algeciras y el mar de Alborán, al noroeste del estrecho de Gibraltar. Tiene unos 6 km de largo y 1,2 km de ancho y está conectado a España mediante un istmo bajo y arenoso, de unos 2 km de longitud.

La península consiste en un peñasco de piedra caliza y pizarra conocido como «el Peñón». Se levanta abruptamente desde el istmo hasta 411,5 m de altura en Rock Gun Battery, la cumbre más septentrional. Su mayor altura (426 m) se sitúa cerca de su extremo meridional. La pendiente del peñón desciende escalonadamente hasta el mar en Punta de Europa, el punto más meridional del territorio, situado enfrente de Ceuta, situada a 32 km al sur, al otro lado del estrecho. Desde el Mediterráneo, Gibraltar aparece como una serie de acantilados escarpados e inaccesibles. En el lado occidental, la pendiente es más gradual y se encuentra ocupada por viviendas situadas en diferentes alturas que se aprietan hasta 90 m por encima de los viejos muros de la fortaleza. Más arriba, los acantilados de piedra caliza casi aíslan la parte superior del peñón, cubierto por una maraña de árboles silvestres.

Gibraltar carece de manantiales o ríos, por lo que una zona de 14 ha de pendientes arenosas situada sobre La Caleta y Sandy Bay fue cubierta para captar agua de lluvia. Actualmente está en desuso y la zona ha sido restaurada a su estado natural. El agua se almacena en varios aljibes excavados en la roca del peñón. Esta agua se mezcla posteriormente con agua extraída de pozos situados en el istmo o desalada a partir de agua marina.


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