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martes, 7 de febrero de 2017
Nunca una obra vial le costó tanto al Perú
La construcción de la polémica Carretera Interoceánica comenzó en 2005 y terminó uniendo el país con Brasil y Bolivia. En un principio, el valor calculado del proyecto fue de mil millones de dólares. Pero cinco años después el gasto alcanzó los 4,500 millones de dólares, según documentos de la secretaría de Provías Nacional. ¿La obra justificó la inversión? ¿Qué beneficio trae a los peruanos?
La IIRSA sur, conocida como Interoceánica, es un sistema de carreteras que conecta los puertos peruanos de san juan de Marcona, Matarani e Ilo con las principales ciudades de la sierra y selva sur peruana hasta iñapari y la triple frontera de Perú, Brasil y Bolivia a través de cinco tramos. Los tramos 2 y 3 fueron adjudicados a Odebrecht en el 2005 durante el gobierno de Alejandro Toledo, ahora sabemos, previo pago de coimas.
¿Qué objetivo tenía? Según su diseño, la carretera tenía como objetivo dinamizar el intercambio de productos por vía terrestre entre ambos países y ofrecer nuevos canales de acceso hacia el Brasil para los productos peruanos. ¿Cómo le fue hasta ahora? Nada bien, según Gustavo Guerra García, que ocupó el viceministerio de transporte entre el 2001 y 2002, al inicio del gobierno de Toledo.
"De los informes de la tesorería de Provías Nacional, entre mantenimientos extra por emergencia, más los costos de mantenimientos subsidiados, más el costo de inversión estamos en 4500 millones de dólares que a todas luces es un escándalo y si miramos en cuánto creció el comercio entre Perú y Brasil en esta zona no pasa de los 3 millones de dólares al año, hoy día, once años después", sostuvo.
Volumen pequeño. Efectivamente, de acuerdo con las últimas cifras disponibles de Promperú, en el año 2015 los envíos por vía terrestre a Brasil a través de la carretera interoceánica, no superaron los 3 millones 351 mil dólares, menos de 1% de todos los envíos a Brasil en ese año.
Es más, la evolución de las exportaciones totales a Brasil desde su inauguración en diciembre del 2010 muestran que no se ha registrado un crecimiento sostenido de los envíos de productos peruanos a este país.
No aumentan. El ex funcionario consideró que es poco probable que estas cifras cambien en el futuro, debido a que las regiones de Perú y Brasil que conecta son económicamente pequeñas. "Estas son zonas que son de muy baja densidad, y por lo tanto era previsible era previsible que el tamaño del comercio que se genera entre economías pequeñas sea igualmente pequeño", indicó.
Asimismo, Guerra García recordó que todos los tramos de la carretera interoceánica, adjudicados en los gobiernos de Alejandro Toledo y Alan García, han sido concesionados por 25 años, periodo en el cual las empresas, incluyendo a Odebrecht, cobrarán peajes y recibirán del estado peruano dinero para cubrir los gastos de mantenimiento de las vías.
¿QUÉ HAY DETRÁS DE TODO ESTO, ACASO EL SERVICIO DE INTELIGENCIA DE ESTADOS UNIDOS NOS QUISO AYUDAR?
No, exactamente así no funcionan las cosas a la hora de velar por los intereses nacionales de cada país, cada país baila con su pañuelo. Todo esto ocurrió debido a que Brasil pasaba por un buen momento económicamente y cada vez dependía menos de Estados Unidos, lo cual no le gustó nada al gobierno de EE.UU, fue así que la CIA empezó a espiar a Brasil y cada error que ellos cometían lo usaban para desestabilizar al país.
Estos casos no son novedad en América Latina, pues la corrupción siempre ha estado ahí. Para las grandes transnacionales comprar a todo el congreso es parte de su inversión, comprarse al gobierno en un país es el precio a pagar para poder invertir.
Los raro es que casos como las transnacionales estadounidenses nunca son investigadas y siempre han hecho lo que han querido en América Latina.
Las grandes compañías mineras han hecho lo que han querido en Perú y Bolivia, pero nunca se han investigado, porque muchas de esas empresas han sido inversiones latinas o simplemente no han ido en contra de los intereses de EE.UU.
El caso en concreto: El Departamento de Justicia de los Estados Unidos informó en diciembre pasado que la compañía brasileña admitió haber pagado sobornos por US$ 29 millones a funcionarios peruanos para ganar licitaciones en proyectos de infraestructura entre 2005 y 2014.
En Perú, la denuncia está siendo investigada por el Ministerio Público y la comisión parlamentaria Lava Jato.
¿Por qué no se investigó antes?
En el gobierno de Alejandro Toledo una ley impidió que la Contraloría realice trabajos de inspección y fiscalización a estas obras en el año 2006, tal y como lo informó el programa dominical Cuarto Poder.
Se trata de la ley 28760 que declaraba los proyectos de inversión de interés nacional y de necesidad pública por lo que la fiscalización de Contraloría quedaba suspendida o eximida de cualquier acto de fiscalización.
Según esta entidad se han encontrado indicio de irregularidades en los contratos de concesión con costos sobrevalorados conforme al período de la construcción de las obras y al costo de las mismas. En resumen, costos sobrevaluados a los que realmente valía la obra.
Finalmente, la Inteoceánica Norte fue adjudicada sin una auditoría previa o un informe que avale su ejecución, todo esto en el marco de una construcción que ha sido sumamente cuestionada y que seguramente traerá más reacciones.
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