Encontrar la manera de conseguir la inmortalidad le ha quitado el sueño a la humanidad a lo largo de los tiempos. Religiones, autores literarios y científicos alimentan, con esperanzas de conceder la vida eterna, el intelecto y los deseos de millones de personas.
Pero ¿qué pensaría si le dijeran que es perfectamente posible vivir 1.000 años?
El investigador británico Aubrey de Grey asegura que envejecer es simplemente una enfermedad, y que es curable.
Aubrey David Nicholas Jasper de Grey es un gerontólogo biomédico inglés, autor de la teoría del envejecimiento de los radicales libres mitocondriales y que trabaja en el desarrollo de la 'senescencia negligible ingenierizada' (SENS por sus siglas en inglés).
Se trata de una estrategia de reparación de tejidos que rejuvenecería el cuerpo humano y por lo tanto permitiría una esperanza de vida indefinida.
Hay los que definen a De Grey como un profeta y según una nota publicada en 'La Información', él "no se enfada si le llaman profeta".
Tecnología para la vida
Su idea de acabar con las causas del envejecimiento lo ha hecho mundialmente conocido, lo mismo que la instalación de una fundación sin fines de lucro en Silicon Valley, la zona sur del área de la bahía de San Francisco, en el norte de California (EE.UU.), donde se asentaron los magnates de la tecnología.
El mensaje de Aubrey de Grey ha sido tan convincente que ha conseguido donativos monetarios de Google para evitar lo que él llama "la masacre", o en otras palabras, que millones de personas mueran cada año de viejas.
El sitio web de su fundación apunta que "dos tercios de todas las muertes en todo el mundo, y alrededor del 90% de todas las muertes en el mundo desarrollado, provienen de causas que rara vez matan a adultos jóvenes".
Las causas incluyen a enfermedades como el alzhéimer, enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo II y la mayoría de los cánceres.
"Son expresiones de las últimas etapas del envejecimiento que ocurren cuando el daño molecular y celular, que se ha acumulado en el cuerpo durante toda la vida, excede el nivel que el metabolismo puede tolerar (…) El envejecimiento es indiscutiblemente el fenómeno clínicamente relevante más frecuente en el mundo moderno y el principal objetivo final de la investigación biomédica".
Entrevistado por 'El País' explicó que "envejecer es un proceso natural y es inevitable, pero solo en ausencia de medicina", y cree que "esa medicina es posible y que hay muchas posibilidades de que la desarrollemos en los próximos 20 años".
Una máquina
La teoría de SENS entiende que el envejecimiento "es lo que le sucede a cualquier máquina que tenga partes, puede ser un coche o un avión. Es una cuestión física".
No obstante, indica De Grey, "el cuerpo humano es una máquina, pero muy compleja, y por lo tanto arreglarlo es un proceso complejo pero no imposible".
Pero, ¿cómo vivir 1.000 años? De Grey lo explica de esta forma: "Si miramos las estadísticas de cuánta gente muere siendo joven, podemos calcular cuál es la probabilidad de que muramos con 27 años y esa cifra es muy baja en casi todo el mundo occidental. Y francamente, la única razón por la que la gente joven tiene más posibilidades de vivir que la mayor, es debido al envejecimiento. Si quitas ese factor de riesgo te das cuenta de que estimar que podemos vivir 1.000 años es una cifra conservadora".
¿Descubren una forma segura de lograr la inmortalidad humana?
Un grupo de investigadores estadounidenses han encontrado una manera totalmente segura de alargar los extremos de los cromosomas, los responsables del envejecimiento humano. Potencialmente, este descubrimiento permitiría a la humanidad obtener la vida eterna.
Científicos de la Universidad de Stanford, EE.UU., han desarrollado una nueva técnica para alargar los extremos de los cromosomas, conocidos como 'telómeros'. Se cree que hay un límite, vinculado a la reducción del tamaño de los telómeros, a partir del cual las células humanas mueren después de aproximadamente 50 divisiones y cuando se aproximan a este momento comienzan a mostrar signos de envejecimiento.
Según la página Stanford Medicine, la innovadora técnica del equipo estadounidense utiliza un ARN (ácido ribonucleico) modificado que encierra el gen de la telomerasa transcriptasa inversa. La introducción del ARN en el cultivo de las células humanas aumenta en gran medida la actividad de la telomerasa uno o dos días. Durante este periodo, la telomerasa alarga activamente los telómeros, y luego el ARN programado se descompone totalmente. Las células resultantes se comportan como células jóvenes, afirma el estudio.
"Hemos encontrado una manera de extender los telómeros humanos en más de 1.000 nucleótidos, llevando a las células humanas al pasado, lo que equivale a muchos años de vida humana", explica Helen Blau, una de las autoras del estudio. Y lo que es más importante en el descubrimiento, indica, es su seguridad: a diferencia de los intentos anteriores, dicha tecnología no provoca una división incontrolada de células que pueda producir un cáncer.
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