Un comandante de la PNP habría solicitado dinero a cambio de recuperar una camioneta robada, esta persona se encuentra con mandato de detención preliminar por espacio de 72 horas, y es investigado por la Fiscalía Anticorrupción por el presunto delito de cohecho pasivo propio.
¿Qué paso por la cabeza del comandante PNP, Marcial Altamirano Castellares, para cruzar la delgada línea de lo legal, y tirar por la borda sus 25 años de servicio a la Policía?
Es la interrogante que a cada momento se formula la gente de su entorno, y personal a su cargo, donde el detenido fue jefe inmediato, en la región Piura.
Dos meses atrás, el oficial asumió la jefatura del Departamento de Investigación Criminal en Sullana (Deincri), siendo su deber principal el detener y contrarrestar los delitos más grave en el mundo del hampa, como son la extorsión, sicariato y robo a mano armada.
Sin embargo, ahora está al otro lado de la ley, acusado y detenido por pedir una presunta coima a una familia, en complicidad con un presunto delincuente.
MARTES 17 DE ABRIL. La noche tiñe de negro el cielo de Sullana, y una lamentable noticia invade las esferas de la Policía en esa provincia.
La presencia de los fiscales en el centro de labores del oficial, provocan pánico entre los presentes y curiosos.
A Altamirano lo intervienen dentro de su oficina, y en el ejercicio de sus funciones, en mérito al mandato de prisión preventiva dispuesta por el Juzgado de Investigación Preparatoria Transitoria Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios.
Sentado en su escritorio, Altamirano escucha los alegatos del fiscal anticorrupción a cargo de la investigación, Luis Ramos Rioja, quien va explicando los motivos de su inesperada visita en la sede del Deincri en Sullana.
De cuando en cuando, el acusado esboza un comentario como queriendo limpiarse de las acusaciones; pero ya todo estaba consumado.
FISCALÍA. “Están los mensajes de texto y llamadas incesantes que se han dado durante todo el día de hoy (martes) de ese señor (un expolicía), cuyo número usted le dio (a la agraviada) y que le pedía la suma de 5 mil soles para recuperar su camioneta”, le explica Ramos Rioja al oficial.
Tras la requisa de sus dos teléfonos celulares, el comandante es trasladado en un vehículo fiscal con dirección a la sede judicial para ser puesto a disposición de las autoridades solicitantes. La detención preliminar es por un plazo máximo de 72 horas.
COSAS EXTRAÑAS. Los hechos a los que el fiscal hace referencia, se retrotraen a la intervención policial del pasado domingo 16 de abril, cuando una familia completa fue secuestrada en su propia camioneta y abandonada metros más allá sin el vehículo, en la localidad de Paimas, en la provincia de Ayabaca.
Al día siguiente, la agraviada Vanesa Yolanda Troncos y su padre José Troncos Mauricio (dueño de la camioneta robada) se contactaron con el comandante, quien se ofrece a apoyar en la búsqueda, a cambio que se disponga un giro de dinero (800 soles) para la reparación y traslado del vehículo una vez que sea encontrado.
Según se supo, la Policía al día siguiente del secuestro y robo, tenía la información que la unidad fue abandonada en la localidad de Zapotillo en el Ecuador.
Los agraviados acceden a depositar parte del dinero a la cuenta del contacto del comandante de nombre José Luis Regalado Gonzales, un expolicía que se hizo pasar como superior en actividad en la localidad de Tumbes, para desde esa zona coordinar el hallazgo de la unidad.
MALAS AMISTADES. Fue el comandante quién otorgó el número de Regalado a la mujer para que se comunique directamente con él, los días lunes y martes.
Hasta ese momento, solo 300 soles de los 800 soles fueron depositados en la cuenta bancaria del contacto del comandante Altamirano.
Los hechos que desencadenaron la denuncia, sucederían el día martes con la última conversación telefónica entre la agraviada y el contacto.
Es esta última persona quien desde el otro lado de la línea se termina sincerando con la mujer indicándole que no era ningún policía y que en efecto tenía el vehículo en su poder, requiriendo la suma de 5 mil soles para devolverlo.
Sin embargo, el comandante y su presunto cómplice no contaban con que las llamadas eran grabadas desde el dispositivo móvil de la agraviada, quien finalmente se armó de valor y terminó denunciando al oficial.
EMBARRADOS. En poder del Ministerio Público están las pruebas que incriminan al comandante, como son los mensajes de texto y 12 llamadas telefónicas, que tuvo la agraviada directamente con el oficial y su contacto donde el primero en todo momento hace referencia al dinero.
Se presume que la detención del comandante solo es la punta del iceberg, dado que se estaría al frente de una caso mucho más grande con varios implicados a la vez, desde oficiales y hasta personas al margen de la ley.
“Este es caso bastante grande, porque la denuncia la tiene la comisaría de Paimas. De ahí también interviene la comisaría de Suyo. Tenemos que corroborar una serie de datos y levantamiento de la información que hay en los dispositivos y transcribir los audios”, indicó el fiscal encargado.
Por lo pronto, al comandante se le investiga por el delito de cohecho pasivo, al pedir dinero a una familia que estaba al borde de la desesperación por la pérdida de su moderna camioneta.
“Es una detención preliminar por 72 horas, a efectos de corroborar una serie de indicios que han sido recabados previamente, y en ese espacio de tiempo corresponde al Ministerio Público corroborar para determinar si existen elementos de convicción sólidos que vinculen a este señor con la denuncia”, manifestó Ramos Rioja.
PRESTIGIO. En paralelo a las investigaciones fiscales, el jefe de Región Policial de Piura, Coronel PNP Walter Cárdenas Gallardo, informó que la institución policial iniciará las investigaciones pertinentes en el espinoso caso que daña la imagen de la Policía y resta la confianza de la ciudadanía con la institución.
“Está cometiendo un acto delictivo, y debe ser juzgado como tal y hacerse las investigaciones correspondientes. También Inspectoría tiene que ver el aspecto disciplinario. Los hechos que transgredan la ley tienen que ser vistos como tal y ser tratado como tal”, aseveró el oficial.
Debido a que las sospechas vienen siendo probadas, el coronel esbozó un comentario acerca del futuro de su par dentro de la institución castrense.
“Aquel que se sale de lo que corresponde la ley tendrá que ser investigado y sancionado conforme corresponde”, dejó en claro.
Desde el calabozo donde se encuentra encerrado, el comandante maldice su suerte. Y es que la fiscalía estaría planeando solicitar que vaya a un penal.
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