Pero hay ocasiones en que ni tan siquiera enseñando como mejor sabemos conseguimos que nuestros alumnos nos presten atención. Es por ello que en este artículo quiero daros tres consejos tremendamente efectivos para captar la atención de vuestros alumnos y con ello rebajar las disruptividad en el aula. Sobre la conducta disruptiva en el aula te recomiendo la lectura 5 consejos para evitar la disrupción o conducta disruptiva en el aula
¿Cómo podemos captar la atención de nuestros alumnos?
1. Desplazamiento y rotación.
En muchas ocasiones, cuando enseñamos a nuestros alumnos, nos colocamos
en frente de ellos en la parte central y de espaldas a la pizarra. Pues
bien, de lo que se trata es de realizar la siguiente actuación: sin
dejar de hablar, nos iremos desplazando hacia el centro del aula e
iremos dando vueltas muy lentamente sobre nuestro cuerpo a medida que
vamos avanzando. Poco a poco nos iremos desplazando hacia la parte
opuesta de la pared donde está la pizarra y desde allí seguiremos
enseñando nuestros contenidos. ¿Qué conseguimos con ello? Muy fácil. Los
alumnos pronto se darán cuenta que de hemos desaparecido de su campo de
visión. Esto les causará sorpresa y curiosidad. Y ahí está la clave. Su
centro de interés que hasta aquel momento era la conversación con otro
compañero, se desplazará hacia nosotros, porque habremos hecho algo
fuera de lo común, pero con total normalidad y sin interrumpir nuestra
sesión lectiva. Cuando los alumnos se giren, lo que habremos conseguido
no es sólo captar su atención, sino que, al tener que girarse para poder
localizarnos, dejarán de hablar automáticamente con su compañero porque
a partir de ese momento volveremos a ser el centro de interés y de
atención. Cuando el alumno se gira para mirarnos y escucharnos, dejará
de interesarle lo que le esté contando a su compañero. Además estará en
una posición poco natural que favorecerá que nos preste mayor atención.
2. Aproximación y contacto. Otro recurso muy efectivo
para captar la atención de determinados alumnos de un aula, consiste en
acercarse al alumno que en ese momento está hablando o distorsionando la
clase por algún motivo. Al igual que el primer truco es muy importante
que nos acerquemos a ese alumno mientras estamos enseñando al grupo, es
decir, sin interrumpir la sesión lectiva. Debemos mantener el mismo tono
de voz y desplazarnos de una forma natural y calmada. Mientras hablamos
y caminamos hacia ese alumno en concreto, en ningún momento fijaremos
la vista en él. De lo que se trata es de no llamar la atención o
interrumpir el ritmo de lo que estemos enseñando. Cuando estemos al lado
del alumno en cuestión, lo que haremos será seguir hablando con total
normalidad al resto de la clase, no le hablaremos ni le diremos nada al
alumno que hasta ese momento estaba distorsionando. Nos pondremos a su
lado y, mientras seguimos hablando, le tocaremos levemente el hombro o
la muñeca durante unos segundos y sin hablarle ni mirarle. En ese
preciso momento el alumno en cuestión captará el sentido del mensaje que
le estamos transmitiendo y nosotros no tendremos la necesidad de
interrumpir aquello que estemos enseñando.
3. Invasión sutil del espacio.
Otro recurso para captar la atención de un alumno con una conducta
disruptiva es acercarnos otra vez hacia él. Como en las otras dos
ocasiones de lo que se trata es de acercarnos de una forma natural y sin
dejar de hablar. Nos iremos acercando hasta colocarnos a su lado y en
ese momento haremos algo totalmente imprevisto: nos sentaremos encima de
su pupitre. Se trata de una actuación invasiva, pero que también
resulta muy efectiva para captar la atención de nuestros alumnos y
disminuir la conducta disruptiva. Es muy importante que permanezcamos
encima del pupitre del alumno durante unos minutos y sigamos hablando y
dando la clase de la forma más natural posible. De lo que se trata
nuevamente es de no interrumpir la sesión lectiva. No hace falta decirle
nada al alumno, no hay necesidad de dirigirle la palabra. Simplemente
el alumno entenderá que su conducta no es la adecuada, le habremos
causado cierta sorpresa y entenderá el mensaje no verbal que le estamos
enviando a él y al resto de la clase.
¿Qué finalidad persiguen estos tres trucos para captar la atención de tus alumnos?
- No interrumpir bajo ningún concepto lo que estemos explicando en ese momento.
- Desviar la atención de nuestros alumnos situándonos en posiciones inusuales cuando enseñamos algo.
- Modificar la posición inicial de los alumnos, es decir, hacer que se giren hacia nosotros. Esto hace que, por lo general, dejen de hablar con sus compañeros porque hay algo que les interesa más y es vernos qué estamos haciendo en ese preciso momento.
- Evitar que el grupo o determinados alumnos se conviertan el el foco de atención. Si lo consiguen, en ese momento se interrumpe la sesión lectiva y todo el protagonismo recae sobre ellos.
- Utilizar el factor sorpresa cambiando nuestra posición habitual de enseñar.
- Nunca dejar de hablar sobre lo que estamos enseñando y hacerlo de la forma más natural posible.
- No entrar en ningún tipo de enfrentamiento con el grupo o determinados alumnos.
Como
veis, son pequeñas actuaciones, pero os aseguro que en la mayoría de
los casos dan excelentes resultados. La clave está en no interrumpir
nuestras enseñanzas. Confieso que requiere de cierta práctica, pero os
aseguro que, cuando le cojáis el tranquillo, estos trucos para captar la
atención de tus alumnos os serán de enorme utilidad.
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