Sus anuncios publicitarios te recuerdan insistentemente que el mundo está lleno de gérmenes y que hay suciedad en cada rincón, sin embargo, los jabones antibacteriales podrían hacer más daño que bien a la salud de las personas.
Esa es, al menos, la opinión de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) que este viernes dictaminó que, en el plazo de un año, deben dejar de venderse los jabones de baño y de cuerpo antibacteriales, en los comercios del país que contengan una serie de ingredientes comunes en este tipo de productos.
"Los consumidores pueden creer que los jabones antibacteriales son más efectivos para evitar la propagación de gérmenes, pero no tenemos evidencia científica de que sean mejores que (lavarse con) un jabón común y agua", dijo Janet Woodcock, directora del Centro para la Evaluación e Investigación de Medicamentos de la FDA.
La prohibición de la comercialización afecta a productos que contienen algún ingrediente de una lista de 19, entre los cuales los más comunes son el triclosan y triclocarban, presentes en la mayoría de jabones de este tipo.
Algunas marcas ya han empezado a retirar estos ingredientes de sus productos, según la FDA.
Desde el Instituto Estadounidense de la Limpieza, que representa los intereses de los fabricantes, aseguraron que "la FDA tiene ya en sus manos información que demuestra la efectividad y la seguridad de los jabones antibacteriales".
"Los fabricantes continúan con su trabajo para proporcionar más datos científicos para llenar las lagunas en la información identificadas por la FDA", dijeron en un comunicado reproducido por la prensa local.
La FDA destacó que se trata de productos que están creados para ser usados y enjuagados con agua.
La medida no afecta al gel antiséptico, a las toallitas húmedas o a otros productos antibacteriales que se emplean en centros de salud.
En 2013, las autoridades estadounidenses pidieron a los fabricantes de los jabones antibacteriales que demostraran con investigaciones, incluyendo estudios clínicos, que esos productos fabricados con los ingredientes en cuestión son más eficaces que los jabones comunes a la hora de prevenir la propagación de enfermedades o de reducir infecciones.
Según la FDA, las empresas no proveyeron esa información o la que entregaron no resultó suficiente como para garantizar la seguridad y eficacia de esos productos.
Otros peligros
La solicitud de nuevos estudios a los fabricantes se basaba en investigaciones que sugerían que a largo plazo la exposición a estos ingredientes en cuestión podía incidir en la aparición de riesgos para la salud, como el aumento de la resistencia bacteriana o efectos hormonales.
A partir de ahora, los fabricantes tendrán un año para retirar del mercado los jabones antibacteriales o modificar su fórmula para eliminar el uso de los ingredientes cuestionados.
A juicio de las autoridades sanitarias estadounidenses, lavarse con agua y jabón sigue siendo una de las medidas más importantes que pueden tomar los consumidores para evitar enfermarse y prevenir la propagación de gérmenes.
En el caso de que no haya agua y jabón disponible y se opta por usar un gel antiséptico, recomiendan que sea uno hecho a base de alcohol y que lo contenga en, al menos, 60%.
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