Peligros por fiestas de fin de año hay muchos y de hecho por estas fechas aumentan los accidentes y los disturbios.
No va ser novedad ver en las noticias accidentes de todo tipo.
Si tomas tus precauciones y actúas con raciocinio recibirás muy bien el 2018,pero si no la pasarás en el hospital.
Quemaduras por exponerse a un pirotécnico es algo común por estas fechas, accidentes en vehículos habrán muchos, peleas y agresiones abundarán.
Lo que ocasiona todo es la negligencia del ser humano que a veces es incapaz de medir las consecuencias que puede acarrear una pelea, una borrachera o no tomar las medidas de seguridad adecuadas en locales donde concurre mucha gente.
Hoy 31 de diciembre del 2018 uno de los Youtuber más famosos, DrossRotzank, ha publicado el TOP: Las 7 peores tragedias con fuegos artificiales en la historia, que por cierto está muy bueno, pero no es el mejor top que se le haya visto, puesto que no ha considerado el caso de "Mesa Redonda" en Lima, Perú en donde murieron más de 400 personas según información proporcionada por "RPP Noticias"
A continuación verás el vídeo del nuevo top de Dross:
El caso que verás a continuación ocurrió en Perú y empalidece a los casos mostrado por Dross:
El 29 de diciembre de 2001 se produjo uno de los incendios más desvastadores que azotó la capital. Esa noche, la informalidad y el cableado clandestino en Mesa Redonda causó la muerte de más de 400 personas. Luego de 15 años, los deudos siguen luchando por justicia en medio de disputas internas.
El incendio se originó en el emporio comercial de Mesa Redonda, en el centro de Lima, cuyas galerías estaban abarrotadas de fuegos artificiales y de clientes próximos a celebrar el Año Nuevo. El fuego comenzó cuando un vendedor informal de pirotécnicos probó uno de sus productos y desencadenó una cadena de explosiones.
El factor informalidad. Las calles aledañas inundadas de venta informal, se convirtieron en un infierno. El fuego provocado por las explosiones de la pirotecnia, destinada originalmente a entretener al público en la celebración del 31 de diciembre, consumió cinco galerías y se propagó por cinco manzanas a la redonda. En total, el fuego causó la muerte de más de 400 vendedores, clientes y transeúntes por quemaduras, asfixias y traumatismos. Las víctimas que no fueron quemadas o asfixiadas fueron aplastadas en su intento por escapar.
15 años después, las autoridades se esfuerzas por mejorar la seguridad en los grandes centros comerciales y regulan la venta de pirotécnicos, confinada a ferias autorizadas y constantemente supervisadas. Sin embargo, la lucha contra la informalidad continúa: este jueves, en un nuevo aniversario de la tragedia, 6 toneladas de fuegos artificiales fueron incautadas en un centro comercial de Arequipa.
Las luchas de los deudos. En la noche previa al aniversario, se produjeron dos vigilias en el lugar que hace 15 años fue el escenario de la tragedia. Hay un cismo dentro del grupo de deudos. Uno de ellos acusa al otro de acordar con autoridades para quedarse con un terreno que ellos reclaman como suyo. Incluso hubo agresiones físicas de un grupo hacia al otro. En el tema judicial, la disputa es otra.
El abogado Óscar Schiappa-Pietra contó que el caso de los deudos fue elevado a la Corte Interamericana de Derechos Humanos en el 2010 y todavía no tiene resolución definitiva. Según explicó, la Corte Suprema fijó una compensación de 700 soles por cada muerto, monto rechazado por los deudos. “Es desesperante recibir las llamadas casi semanales de las víctimas que preguntan si hay una novedad y tener que decirles que no hay nada”.
CASO UTOPÍA: NEGLIGENCIA, MUERTES E INJUSTICIA
La discoteca Utopía fue inaugurada en mayo de 2002; sin embargo no tenía licencia de funcionamiento porque no cumplía con las normas mínimas de Defensa Civil.
El 19 de julio la discoteca organizó una fiesta denominada Zoo, con motivo del lanzamiento de una fragancia del diseñador Hugo Boss, la administración del centro nocturno contrató con el circo mexicano Los hermanos Gasca la presencia en su local de un león, un tigre de Bengala, un chimpancé y un caballo. Los animales, algunos desde sus jaulas, le darían ambiente al espectáculo. La administración había cursado más de tres mil invitaciones dobles, además la fiesta coincidía con el vecino concierto de Los Prisioneros en el Jockey Club.
Sucesos
A las dos de la madrugada del sábado, en la cabina que corresponde a los disk jockeys, iniciaron un espectáculo con animales y fuego. Según algunos de los sobrevivientes, al costado de la pista de baile y frente a la cabina de los pincha-discos se había colocado, para formar un rectángulo que sugiriera el escenario para el espectáculo, varias latas con bencina. Al frente se encontraban dos grandes jaulas, una para el tigre y la otra para el león, mientras que el chimpancé y el caballo estaban sueltos.
En el momento en el que los encargados del espectáculo se acercaban con sus antorchas encendidas para prender las latas de bencina, uno de ellos, que se había quedado parado delante de la cabina, levantó demasiado la antorcha y prendió uno de los aleros del falso techo de madera. En cuestión de pocos segundos la cabina se prendió, los jóvenes que observaban el espectáculo desde los dos niveles de la discoteca, empezaron a correr hasta la única puerta de salida que estaba señalizada. Los que estaban más cerca del fuego quisieron ayudar y para apagarlo le arrojaron cerveza y licores, que avivaron las llamas.
Ante esta situación, el personal del Centro Comercial desconectó el suministro eléctrico, se cortó la música, se apagó la luz y los gritos de los animales, asustados por las llamas, sembraron el pánico y la desesperación en los asistentes, quienes llamaron a los bomberos en medio del caos. Al llegar los equipos de rescate y la policía se toparon con un tétrico cuadro: gente saliendo desesperadamente por las escaleras y tratando de aspirar aire, cuerpos tirados en el suelo, jóvenes en estado de shock, otros buscando a sus amigos, y el humo que inundaba los cuatro niveles de la discoteca.
29 jóvenes murieron envenenados a causa de los gases que se emitieron al quemarse el material plástico con el cual estaban revestidas las columnas del local, además el local de tres niveles se convirtió en una trampa mortal para los alrededor de 1000 asistentes, al constatarse que no había salidas de emergencia señalizadas, suficientes extintores, alarmas ni aspersores de agua. Entre las víctimas, se encontraban varios familiares de conocidas personas del ámbito político nacional, jóvenes entre los 25 y 30 años de edad que pertenecían a las clases media y alta de Lima.
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